domingo, 8 de febrero de 2009

El Alcalde sin nombre: sobre la legalizacion de la consumo de cocaina

La legalizacion del consumo de drogas podria tener un efecto devastador sobre el narcotrafico y sus problemas asociados deletereos sobre la economia corrupcion, lavado de dinero etc. Podria tambien aumentar el consumo de drogas pero habria que poner en la balanza riesgos y beneficios.
Mas del 50% de la emergencias estan relacionadas con el alcohol y cuando se suma la cocaina el porcentaje aumenta. Es legal beber licor, pero no es legal conducir bebido por ejemplo, o deberia haber penas severas para quien bebe en la via publica como un dia detenido. Si es legal beber licor es un derecho civil de cualquiera hacerlo pero su derecho termina cuando afecta a otros. Por eso usted no puede beber mientras trabaja. Lo mismo seria con las drogas. Tu puedes consumirla pero no podrias ir a trabajar o conducir drogado.
El alcohol mata mas que muchos canceres y que el SIDA. El restringir el expendio a ciertas horas es una medida coaccionadora que puede ayudar. Y el Estado esta para asegurar la libertad de sus ciudadanos pero tambien para coaccionar su conducta.
La marihuana se penso que era inocua. Hoy ya hay avidencia que si alguien la consume en la adolescencioa se pone en riesgo de hacer equizofrenia despues. Los efectos deletereos de la cocaina sobre la Salud estan mas que demostrados.
Pero el consumir una droga como la cocaina y alcohol no solo es una problema para el que lo hace porque los cambios en la conducta que se producen pone en riesgo la seguridad y la salud de los que lo rodean. La cocaina y el alcohol inducen conductas sicopaticas en personas normales. Sin embargo el consumo de alcohol es legal. Lo que hay que hacer es restringir y limitar es que circunstancias se lo puede hacer.
La cocaina hay que ensenarle a la gente que es un potente estimulante del SNC que produce euforia sensacion de seguridad y poderio (y en esto hay un aspecto de antidoping, como en el futbol) pero al mismo tiempo destruye organos como el cerebro corazon y practicamente todo el organismo. No produce dependencia sino adiccion. Y la persona lo consume en cantidades cada vez mayores porque el efecto es muy corto. Dos horas en promedio. Si a un jugador de futbol se le encuentra rastros de cocaina en sangre inmediatamente se puede anular los resultados del partido porque se asume que su equipo gano con la ayuda de un estimulante. Pero si tu das un examen en la Universidad o durante un concurso publico para un cargo bajo los efectos de la cocaina quien lo sabe?. El consumo legal de cocaina plantearia el asunto del antidoping en cualquier actividad profesional y publica.

El 8/02/09, percy mayta tristán <hampi_sf@yahoo.es> escribió:
> Un alcalde sin nombre
> vía César Hildebrandt. Blogger de César Hildebrandt. Blogger. el 7/02/09
> El alcalde de Surquillo no tenía nombre.
> Uno de sus consejeros, que era patán de día y bruto de narices de noche, le
> dijo entonces:
> -Señor N.: ¿quiziera usté nombre?
> -¿Y qué crees, idiota? ¿Crees que me gusta llamarme N de nombre y N de
> apellido, o sea N.N.?
> -Yo zé la eztratejia –dijo el consejero-.
> -¿Y cuál es? –preguntó el alcalde sin nombre.
> -Fázil, papallita, chancai de a beinte –dijo el consejero-. Atrévace a desir
> algo que inpakte en la Prenza, en la Radio, y hazta en la Telebición.
> -¿Cómo qué? –preguntó el alcalde de Surquillo, que ni DNI tenía por carecer
> de nombre.
> -Por jemplo, que laz drogaz laz bendan en las voticas y en las farmasias
> –dijo el consejero mientras se sacaba una de las dos zapatillas que acababa
> de robarle a un pandillero rival.
> -¿Y así saldré en Errepepé, en la tevé y hasta en El Comercio? ¿Y tendré
> nombre?
> -Saldráz más que Angie Jibaja y hazta podráz yamarte como quieraz. Zi
> quierez, Gustabo Cierra, que es un vonito nonvre.
> Entonces el alcalde que no tenía nombre salió a decir que había que hacer un
> Padrón Nacional de Adictos, que la droga se las vendiesen a los consumidores
> (subsidiadas) en las farmacias y boticas, y que el consumo constase en una
> cartilla fechada "para así ir disminuyéndoles las dosis, hasta que se
> sanen".
> Y esta tartaleta hecha por un repostero idiota salido de la cocina de Acurio
> tuvo un gran éxito y se llenó de moscas de la prensa. Y las moscas la
> convirtieron en celebridad, le dieron titulares, debates, blogs, respuesta
> de Devida y hasta nombre. Y es que, en efecto, Gustavo Sierra se llamaba el
> alcalde sin nombre.
> Hasta el presidente del Consejo de Ministros –esa entidad donde penan- metió
> su cuchara. Hasta el llamado psicólogo social Baldomero Cáceres pareció
> sumarse a la propuesta del flamante Sierra, Gustavo.
> Según el portal del diario "La República", Baldomero Cáceres llegó a decir
> que "la marihuana no era una droga sino una medicina". Como si las medicinas
> no fuesen drogas –empezando por la morfina- y como si al doctor Cáceres se
> le hubiesen subido los humos de algún troncho caleño.
> La verdad es que lo mismo que se le ocurrió al reciente señor Sierra se le
> ha ocurrido hace ya tiempo a algunas de las autoridades del Estado mexicano
> de Chihuahua, allí donde las mujeres desaparecen, los traficantes mandan,
> los tabiques nasales se hacen a la medida y de platino, y las películas de
> "El Mariachi" se filman en tiempo real con balas auténticas y muertos
> veraces, mesmamente.
> El diputado chihuahense Víctor Quintana, por ejemplo, ha propuesto un debate
> sobre el asunto de despenalizar el consumo de estupefacientes. Y lo mismo
> piensa Víctor Valencia, representante en Ciudad Juárez del gobernador José
> Reyes Baeza. Esto en medio de una matanza generalizada surgida,
> precisamente, del consumo de drogas.
> Más todavía: el abogado chihuahense Jesús Camarillo acaba de proponer
> despenalizar la producción, el tráfico y el consumo de las drogas que México
> exporta ahora de modo irregular. Nadie puede negar que una medida de ese
> tipo reequilibraría, con creces, la balanza comercial
> mexicano-estadounidense.
> Pero nadie negará tampoco que la propuesta de Camarillo apunta a que los
> capos de Sinaloa empiecen a vestirse de blanco-enfermero y a que la
> competencia entre farmacias pase de la publicidad a las pistolas. O a que la
> corrupción contamine rápidamente este "expendio altruista" de
> estupefacientes.
> En fin, imaginemos por un instante el mundo que el nuevecito señor Sierra
> nos propone y planteemos algunas interrogantes.
> -¿Se inscribirían en el Padrón Nacional de Adictos los diputados que jalan,
> los empresarios que esnifan, los periodistas que desaparecen rayas, las
> altísimas autoridades que se coquean? ¿Harían lo mismo las decenas de miles
> de jóvenes consumidores de Eisha y las universidades caras? ¿Saldrían del
> clóset los miles de hipócritas que se llenan de coca la nariz y se llenan la
> boca de condenas?
> -Si la tolerancia es un efecto científicamente comprobado, y éste se traduce
> en la necesidad de consumir cada día mayores dosis, ¿cómo es que se espera
> que el adicto vaya bajando, voluntariamente, su consumo? ¿Y quiénes
> vigilarían ese consumo decreciente?
> -¿Sería el Estado (CocaPerú) el productor de las drogas o es que esa
> producción se tercerizaría? ¿O sería una alianza estratégica de la Compañía
> Nacional del Vrae y alguna industria farmacéutica nacional (o chilena)?
> -Si la pasta básica es la droga de mayor consumo en el Perú y se sabe que su
> adicción es compulsiva y devoradora, ¿con qué criterio se distribuirán las
> dosis? ¿Cincuenta por cabeza? ¿Diez por cabeza para los recién iniciados?
> ¿Tres para la noche? ¿No corremos el riesgo de motines y asesinatos masivos
> de expendedores un día de desabastecimiento? ¿No se crearía un mercado negro
> y asesino tan peligroso como el que se quiere erradicar?
> -Si los daños neurológicos y cerebrales del consumo de pasta y cocaína están
> más que probados, ¿será cuestión de convertir en política oficial de salud
> la creación artificial de habilidades diferentes? ¿El Estado contribuirá al
> descerebramiento de sus súbditos?
> -Si se ha probado que la marihuana es la puerta habitual de ingreso a
> consumos mayores, ¿se podrá pasar del Padrón de Marihuaneros al Padrón de
> Coqueros? ¿Se permitirá la inscripción simultánea en ambos padrones? ¿Se
> podrá pasar del Padrón de Coqueros al Padrón de Heroinómanos? ¿Habrá Padrón
> de Quetaminómanos? ¿Y el de los consumidores de Éxtasis, incluirá el agüita
> respectiva?
> Y así podríamos seguir haciendo preguntas de aguafiestas.
> Lo único cierto es que hasta esta columna, que se cree desdeñosa, se ha
> tenido que ocupar del ya existente (y hasta renombrado) señor Gustavo
> Sierra. Parafraseando a un cantautor catalán, diremos que en el Perú si los
> imbéciles volaran taparían el sol.

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